El pueblo a 2 horas de Madrid sacado de un cuento: parece una villa francesa y tiene una iglesias vikinga
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¿Sin planes para este fin de semana? A solo dos horas de Madrid puedes descubrir el «pueblo de la Bella y la Bestia». «Tiene tan solo 500 habitantes y aunque esté en pleno Castilla y León te recordará más a una villa francesa», detalla el usuario @traveltipforyou en Instagram.
Y añade: «¿Sabías que en Covarrubias se encuentra la única iglesia vikinga de España? Se llama Iglesia de San Olav y rinde homenaje a la princesa Kristina de Noruega quien llegó a España para casarse con el infante Felipe, hermano de Alfonso X el Sabio».
¿Qué ver en Covarrubias?
Covarrubias, un pueblo con una rica historia y un entorno natural impresionante, ha sido reconocido por su patrimonio cultural y su belleza. Declarado Conjunto Histórico-Artístico Nacional en 1965 y Conjunto Histórico en 2001, este lugar emblemático de la provincia de Burgos combina influencias celtíberas, romanas, visigodas, medievales y barrocas. Además, ha recibido varios premios, incluyendo el Premio Europa Nostra por la conservación de su patrimonio histórico.
En su casco histórico se encuentran siete monumentos clasificados de interés cultural, como el Torreón de Doña Urraca y la ex-Colegiata de San Cosme y San Damián. La arquitectura agropecuaria típica de Covarrubias se aprecia en las plazas del Obispo Peña y de Doña Sancha, con sus característicos soportales y balconadas cubiertas.
Además, Covarrubias es conocido por su vida cultural y la celebración de numerosos eventos, desde culturales y gastronómicos hasta deportivos y tradicionales. Estos eventos reflejan la vitalidad y la actividad constante de esta encantadora villa rachela.
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Historia
Covarrubias tiene una historia rica y diversa que se remonta a la época paleolítica y abarca diferentes culturas, desde la celtíbera hasta la romana. Sin embargo, su fundación como villa medieval se atribuye al rey visigodo Chindasvinto en el siglo VII, sobre los restos de un castro romano. Durante esta época, las murallas que protegían la villa fueron construidas y posteriormente destruidas en el año 737.
La importancia de Covarrubias creció durante la época de los condes de Castilla, especialmente con la figura de Fernán González, quien unificó Castilla y utilizó la villa como lugar de descanso. Bajo el gobierno de su hijo, García Fernández, Covarrubias experimentó un período de engrandecimiento, convirtiéndose en la capital de un extenso territorio independiente conocido como el Infantado de Covarrubias en el siglo X. Este territorio gozaba de jurisdicción propia en asuntos eclesiásticos, civiles y penales, así como de exenciones tributarias privilegiadas.
Sin embargo, tras la muerte de Sancha, la última infanta de Covarrubias, y del rey de Castilla Sancho III, el Infantado entró en crisis. Finalmente, Fernando III el Santo restauró la institución, pero su abolición ocurrió en 1759 con la desaparición de la abadía. A lo largo de los siglos, Covarrubias ha sido testigo de diversos acontecimientos históricos, como la llegada de la princesa Cristina de Noruega, cuya trágica historia con el infante Felipe marcó un episodio en la vida de la villa.
Durante la Primera Guerra Carlista, Covarrubias fue escenario de la Expedición Real, y su importancia histórica ha perdurado hasta la actualidad. Hoy en día, pasear por sus calles pintorescas es una forma de sumergirse en su historia y leyendas, y descubrir los múltiples vestigios que atestiguan su pasado fascinante.
Lugares de interés
Covarrubias, situada en la provincia de Burgos, es una joya histórica que cautiva a sus visitantes con su encanto medieval y su entorno natural impresionante. Reconocida como Conjunto Histórico-Artístico Nacional desde 1965 y como Conjunto Histórico desde 2001, esta villa atesora vestigios de diferentes épocas, desde la influencia celtíbera hasta la época barroca, lo que la convierte en uno de los lugares más interesantes y emblemáticos de la región.
El casco histórico de Covarrubias, protegido por antiguas murallas construidas entre los siglos X y XII, alberga una riqueza arquitectónica notable. Monumentos como el Torreón de Doña Urraca, del siglo X, y la ex-Colegiata de San Cosme y San Damián, con sus orígenes visigodos en el siglo VII y sus reformas posteriores en estilo románico y gótico, destacan como testimonios vivos de la historia de la villa.
Pasear por las pintorescas calles de Covarrubias es adentrarse en un mundo de tradición y belleza. La Plaza Mayor y la Plaza de Doña Sancha son lugares emblemáticos donde se mezclan la piedra y la madera en una arquitectura típicamente castellana. Los soportales y las balconadas cubiertas son característicos de las casas rachelas, que conservan su esencia medieval en cada rincón.
El entorno natural de Covarrubias también invita a la exploración. El río Arlanza y el Puente de San Pablo, de origen medieval, ofrecen paisajes pintorescos ideales para el descanso y la contemplación. Lugares como el Pielago, con sus áreas recreativas y sus mesas de madera, son perfectos para disfrutar de actividades al aire libre en familia o con amigos.